REGIONAL
Jiménez
San Pedro
Hace poco más de dos años fue renovado el camellón de la calle Jiménez, en el centro de San Pedro. Hay opiniones encontradas sobre los cambios que esto ha traído: menor espacio para estacionamiento, mayores áreas para los peatones. Lo que es indiscutible es que quien pase por aquí, de día o de noche, encontrará un nutrido número de establecimientos por los que vale la pena caminar. En apenas unos cuantos metros hay suficientes opciones de tacos y hamburguesas para comer en un lugar distinto cada día de la semana.
Redacción Cecilia Vázquez, Fotografía Martha I. Dávalos y Antonio Guajardo.
La calle Jiménez pertenece técnicamente al Casco Urbano del municipio de San Pedro Garza García. Se encuentra en los límites de dicha área, muy cerca de Santa Catarina. Entre las grandes avenidas Morones Prieto y Alfonso Reyes, es de apenas un kilómetro de longitud, y poco más de 300 metros extras que cruzan el río, antes de llegar a Lucio Blanco. Es franqueada por el panteón municipal y un pedacito de la colonia Santa Elena.
A mediados del 2014 su camellón central fue renovado, cuando era alcalde el panista Ugo Ruiz. Una constructora tardó medio año y gastó más de siete millones de pesos en renovar luminarias, rehabilitar el pavimento y colocar la señalización peatonal. Esto le ha dado un nuevo carácter a Jiménez. Los peatones cruzan por los pasos marcados en cada calle que la atraviesa y en la noche pasean decenas de personas con sus mascotas. Hay además aparatos públicos para hacer ejercicio y plantas suculentas colgantes.
Pero, entre las escuelas, papelerías, estéticas, mecánicos, guarderías, costureras y carnicerías, hay sobre todo muchos establecimientos de tacos y hamburguesas, principalmente. Muchos para un espacio relativamente reducido. Además de la plaza que cuenta con los restaurantes Seis Chiles, de comida mexicana en un ambiente de diseño bien cuidado, y el Café Colibrí, originario de Puebla, están: los tacos La Cotorra; los Tacorriendo, en la esquina con Vasconcelos y también de hamburguesas; los Dug Out, de ambos mencionados platillos; los Súper Tacos, de quesadillas estilo CDMX; los “de la alberca”, junto a unos antojitos mexicanos; hamburguesas Las Matonas, que abren los fines y son al carbón; una tortillería La Capilla, que además vende cartones de huevos; los famosos Picosos de Puebla, de noche; los Audio tacos, al vapor y también de tortas; entre otros que pudimos contar al mes de abril.
Desayuno
“Aquí estaba muy feo el camellón”, asegura José Jaime Guevara, dueño de Jugo Terapia, un puesto de jugos que dicho joven puso hace seis semanas afuera de su casa, en la esquina con Emilio Carranza. “Yo tengo fotos del antes y después. Ahorita está bonito. De hecho hay mucha más gente”.
“Aquí estaba muy feo el camellón”, asegura José Jaime Guevara, dueño de Jugo Terapia, un puesto de jugos que dicho joven puso hace seis semanas afuera de su casa, en la esquina con Emilio Carranza. “Yo tengo fotos del antes y después. Ahorita está bonito. De hecho hay mucha más gente”.
José Jaime atiende rápido y hace el jugo que le pidas al momento. Nos da sus teléfonos (8338 4798 y 81 1788 1876) porque puede tenerlo preparado para que el cliente pase por su pedido sin esperar. Él vive desde que nació aquí y afirma que la “pasada de los estudiantes” lo ha favorecido, por lo que se animó a poner el negocio. Abre todos los días de siete de la mañana hasta las cinco o seis de la tarde.
En las paredes afuera de la casa tiene colgados juguetes y otros objetos a la venta, pero lo que más se mueve, según él, son los jugos de toronja, el de naranja con zanahoria, y el verde, de manzana, zanahoria y apio. Tiene otros desintoxicantes o para mejorar la piel. “Me gusta mucho la jugo terapia”, admite, “yo la hago”.
En la acera de enfrente están los mañaneros Audio Tacos, que abren de lunes a sábado, de 8:00 al mediodía. Cada uno cuesta cinco pesos y son al vapor, doraditos. Hay de deshebrada, chicharrón, papa, frijol, y de barbacoa en maíz o harina. Además preparan tortas de carnitas estilo Michoacán y de bistec. Anteriormente, en las noches también vendían de trompo pero ahora se enfocan en esto solamente.
Julio César Rodríguez cuenta que el negocio tiene entre diez y 11 años y que lo que más le gusta a la gente es la salsa verde, una receta secreta. También tienen una roja molcajeteada pero definitivamente la otra es la buena. En la hora que estuvimos ahí nunca faltaron clientes. “Vivimos aquí a unas cuantas cuadras”, menciona Rodríguez, “cuando estaba en construcción (el camellón) sí bajó un poquito la venta pero ya después sí hay movimiento, lo que había bajado se volvió a subir otra vez. En parte sí nos ha ayudado en las noches, sí lo usamos mucho la gente alrededor para caminar. Estuvo bien”, asegura.
Comida
Otra opción para el almuerzo es Comidas Siria, en la esquina con Fresnos. De lunes a viernes abre de 8:00 a cinco de la tarde, los sábados hasta las cuatro y los domingos hasta las tres. En la mañana hay tacos de barbacoa, deshebrada, picadillo, chicharrón, además de huevos al gusto. Y al mediodía lo más popular son las enchiladas suizas y la pechuga rellena, que pueden ir acompañadas de frijoles, arroz, espagueti, puré o ensalada. También hay flautas y filete de pescado, y comidas del día, como asado de puerco y bistec a la mexicana. El negocio pertenece a Siria Maribel González, quien empezó junto con su mamá hace más de 18 años. La señora, del mismo nombre, ya no trabaja por su edad, pero su hija continúa cocinando y atendiendo con ayuda de otras mujeres. Los principales clientes, platica la dueña, son estudiantes de prepa, trabajadores de oficinas y del Municipio, arquitectos, “todo tipo de personas”.
González afirma haber nacido en la colonia, sin embargo no está exactamente feliz con las recientes remodelaciones. “El camellón de en medio quitó mucho espacio”, asegura, “no hay mucho lugar de estacionamiento. Aunque ellos (los clientes) quieran llegar, siguen su camino, hay varios que me lo dicen”. Una forma en que sus asiduos comensales resuelven esta situación es que le marcan antes de pasar por su comida para llevar o para que ya esté lista cuando lleguen. “Sí está muy bien”, opina la mujer, “y quedó muy bonito, pero sí molestó mucho a la colonia”.
Cena
Los Picosos de Puebla son quizás los tacos mejor conocidos de la calle Jiménez. Tienen aproximadamente más de 15 años en la esquina de Emilio Carranza, frente a los jugos, y abren a partir de las siete de la noche. Hay un par de mesas en la banqueta y tres más al lado de la barra, al final de la cual está el fragrante y colorido trompo. Los taqueros traen mandiles amarillos y atienden rápido. Lo que más venden son las harinas, como les llaman a las gringas, piratas y campechanas. Y también aquí la salsa verde es la preferida. “Todo viene a originarse de las raíces de donde somos, del estado de Puebla”, cuenta de memoria Isaac Mora Sánchez, el joven encargado del trompo. Dice que en el pueblo “todos nos dedicamos a los tacos. Somos taqueros de herencia. Nuestros padres, nuestros abuelos, ya vienen con este oficio y nosotros lo continuamos. Desde que tenía 10, 15 años estoy aprendiendo”.
Según Mora, de San Nicolás Buenos Aires, el pueblo al oriente de aquel estado, han salido diez mil taqueros, ahora repartidos por todo el país. “Desde Yucatán hasta Tijuana”, afirma. “Hay muchos paisanos del estado de Puebla”, dice sobre Nuevo León, “en Guadalupe los conocen como El Pueblita. En Santa Catarina, San Nicolás, hay varios en Monterrey. Todos tenemos contacto”.
San Nicolás Buenos Aires es además conocido como la cuna del taco al pastor, o trompo, como se le llama en el norte. “El registro que está en la presidencia municipal dice que ahí fue donde se creó”, menciona Mora. La diferencia entre los que ellos preparan y los tacos de trompo de Monterrey, por ejemplo, es que “el corte es directamente del trompo del horno”, explica el taquero, “lleva piña, salsa, verdura. El del norte va a la plancha, es más simple, por así decirlo”.
Sobre el tan mencionado camellón, Mora tiene sobre todo una opinión favorable. “En el principio esta era una orilla del municipio”, dice sobre la calle Jiménez, “con la ampliación del camellón sí se ha visto una diferencia, modernización. Se han construido más centros comerciales muy cerca, le da entrada y salida a mucha gente”, finaliza.