1. Maíz criollo azul nixtamalizado con ceniza

El maíz azul es una variedad ancestral rica en antioxidantes que ayudan a prevenir enfermedades y mejorar la salud cardiovascular que, al ser nixtamalizado con ceniza, mejora la disponibilidad de nutrientes como el calcio. Esta técnica ancestral contribuye a preservar las tradiciones culinarias mexicanas, garantizando productos frescos y de alta calidad en la gastronomía.

2. Frijol

Los ingredientes como el frijol rojo aportan muchos beneficios debido a su alto valor nutricional, ya que es una excelente fuente de proteínas, fibra, hierro y antioxidantes. Además, incorporarlo en la dieta también promueve la sostenibilidad, ya que es un cultivo local y accesible en muchas regiones, apoyando la economía nacional.

3. Flor de Palma

Esta flor tiene muchas propiedades antiinflamatorias; además, es rica en vitamina C, así como en hierro. Su consumo también apoya la biodiversidad y las tradiciones culinarias mexicanas, ya que es un ingrediente autóctono que se utiliza en diversos platillos regionales, promoviendo el consumo de productos locales y sostenibles.

4. Cabuches

Se ha demostrado que los cabuches contienen propiedades antioxidantes, así como ser una excelente fuente de vitaminas y fibra. También cabe mencionar que es un ingrediente originario de San Luis Potosí que aporta mucho a los platillos, no solo por sus beneficios, sino que destaca por su consistencia crocante y un sabor sutil.

5. Biznaga roja de Aramberri (por temporada)

Es una fruta única y deliciosa que aporta un toque especial a cualquier platillo con un sabor ligeramente ácido, por lo que al hacerla parte de los platillos no solo enriquece su sabor, sino que también añade un toque de frescura y color vibrante.